Carlos Mayo será olímpico en los 10.000 metros de los Juegos Olímpicos de Tokio. Su regreso a la prueba tras cuatro años de ausencia, cuatro años duros con lesiones tras proclamarse en 2017 campeón de Europa sub-23 de la distancia, le coronaron como el tercer español más rápido de la historia de la prueba tras Fabián Roncero (27:14.44) y José Ríos (27:22.00). Con 27:25.00, reventó su marca personal de atleta promesa, y logró la exigente mínima olímpica de 27:28, una que pretendía filtrar a solo 27 atletas en Japón.
El prodigio aragonés de 25 años salió con tanto arrojo a por la marca, que se olvidó de la victoria, y fue superado en la última vuelta por el francés Morhad Amdouni (27:23:27) y por el belga Bashir Abdi (27:24:22), los dos también en marca personal, en la Copa de Europa de 10.000 metros celebrada en Birmingham. Para Mayo, la marca es una confirmación de su gran adaptación a la larga distancia tras sus deslumbrantes 1:00:06 en diciembre en el medio maratón en Valencia, también la segunda marca española de la historia en la distancia. Hasta ahora, Mayo ha intentado tres veces sin éxito la mínima los 5.000m, donde sigue teniendo opciones de entrar en los Juegos por ranking, gracias a los 13:18.15 que consiguió el pasado sábado en el Europeo por selecciones de Chorzow.
La gran noticia, sin embargo, estaba detrás. Un Mo Farah crepuscular llegó 8º, derrotado desde el principio, en 27:50:54, y salvo sorpresa (el periodo de mínimas termina este mes) no podrá busca en Tokio su tercer oro olímpico en la distancia. Para el británico era el regreso a la pista también tras cuatro años, tras su incursión en maratón, sin tanto éxito como deseaba. «Vuelvo a la pista porque echaba de menos las carreras», justificaba en una entrevista reciente en Runner’s World. En maratón se puede correr un par de veces al año, sobre el tartán muchas más, contaba Farah.

Carlos Mayo, por tanto, podrá contar siempre que un día derrotó a un Mo Farah decadente. Jesús España ya lo hizo con el Farah prometedor de 2006, en la final del Campeonato de Europa de 5.000 metros en Gotemburgo. Con el tiempo, cuando Farah se convirtió en una leyenda del fondo que acumulaba oros olímpicos y mundiales en los 5 y 10 kilómetros en pista como si no costara con una vuelta final arrolladora, España pudo presumir más de la medalla de haber derrotado una vez a Farah que del propio oro europeo.
El británico no pareció encontrarse en plenitud desde el principio. La carrera salió más lenta de lo esperado (2:44 el primer kilómetro), y él no se colocó el primero tras las liebres. El plan de los españoles era perseguir a Farah. Tendría que salir sí o sí a por mínima olímpica, aunque hubo que activar el plan B dadas las circunstancias.
Sin noticias de Farah, el francés Amdouni, campeón de Europa en 2018, se marchó del grupo. El belga Abdi inició la persecución con Mayo detrás, pero fue el aragonés el que tuvo que meter una marcha más para darle caza. Los tres se quedaron en el grupo cabecero, y Mayo tiró de ellos a falta de tres vueltas. Cuando quedaban 500 metros, el esfuerzo se reflejaba en su cara. El zaragozano apretaba los dientes. El francés y el belga se aprovecharon de su esfuerzo para rematarle en la última vuelta, pero nada iba a quitarle la felicidad.
Mayo contribuyó como nadie al bronce por equipos de España tras Francia y Gran Bretaña. Jesús Ramos fue 6º con marca personal (27:49.73); ‘Chiki’ Pérez, como ya está dicho, 18º; Yago Rojo, 22º con 28:43.70; Raúl Celada, 26º con 28:56.48; y Jorge Blanco, 35º en 30:33.28. En la prueba faltaban los cuatro europeos no británicos en asegurar ya la mínima olímpica, el italiano Crippa, el belga Kimeli, el suizo Wanders y el noruego Moen, aunque se espera que los dos últimos compitan en maratón.

Gran Bretaña, como no podía ser de otra manera, ganó la prueba femenina, también huérfana de 10 de las 11 atletas europeas con mínima olímpica. La única era la británica Eilish McColgan, que ganó la prueba con 31:19.35. La israelí de origen etíope Selamawit Teferi (31:19.50) y la también británica Jessica Judd (31:20.96) corrieron en marca personal y se suman a la lista de Tokio. España, que no pudo competir por equipos esta vez, tuvo solo a Maitane Melero (10ª con 32:41.34) y a la maratoniana Marta Galimany (24ª con 34:05.87). Leído aquí
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