Con su ultima marca en 400m vallas, y récord de Europa (46,92s), Karsten Warholm es para algunos (yo incluido), uno de los mejores atletas de la historia (o el mejor) ya que cuando compite siempre, y digo siempre da todo lo que tiene y un poco mas, ese 110% de rendimiento, aunque no tenga aun el récord del mundo demuestra su valor como atleta y su compromiso con la alta competición no temiendo en ningún momento el fracaso y siendo optimista y seguro de sus posibilidades en cada ocasión, sin importarle los rivales, el lugar donde se celebre ni el día del año en que tenga que demostrar sus dotes.
El noruego desafía el récord mundial de 400 vallas cada vez que se pone en unos tacos de salida. Karsten Warholm, va bocado a bocado a por la marca histórica que Kevin Young dejó en 46.78 en los Juegos de Barcelona 1992. Este jueves, en la final de la Diamond League de Zúrich, el nórdico pegó otro zarpazo con 46.92, que supera su propio récord de Europa y es el segundo mejor registro de la historia por delante del histórico Edwin Moses (47.02) que ya va quinto en la lista tras Samba (46.98) y Rai Benjamin (46.98), el estadounidense que apretó hasta al final Warholm. Un duelo colosal, en una de las pruebas más calientes del momento.
Warholm tiene 23 años, es de Uilsteinvik, un pequeño pueblo pesquero del mar de Noruega, y ya fue campeón mundial en 2017 y europeo en 2018, pero la crecida brutal de nivel en 400 vallas le hizo que esta temporada se aplicara a la hora de rebajar su marca personal. Antes de Zúrich, había corrido hasta cuatro veces por debajo de 47.50 (47.12 era la mejor).
Al vallista le faltaba una carrera con un rival que le apretara al máximo. Lo encontró en Benjamin, de técnica mucho menos ortodoxa que la del escandinavo, que ataca la valla con la agresividad de un corredor de 110. Fortísimo. En la carrera estrella del programa, la última de la noche, Warholm, salió por la calle 7 (le gusta correr por las exteriores). A 13 pasos por valla, marcó 21.9 en el 200 y aguantó el tipo hasta 46.92 soportando la embestida final del estadounidense. «Fue una locura, sabía que lo haría bien, pero esta carrera… es sorprendente. Simplemente corrí lo más fuerte que sé», decía.
Warholm forma parte del boom noruego del atletismo y comparte protagonismo con los hermanos Ingebrigtsen. Si bien, este vallista se entrena lejos de Gjert, el padre de la saga, y su entrenador es Leif Olav Alnes, el técnico que pule su técnica y su velocidad: “Tenemos una relación de completa sinceridad”. Su próxima cita ya se sitúa en Doha, en los Mundiales al aire libre, en los que es favorito a revalidar título y parece que a algo más: al récord mundial, del que ya sólo le separan 14 centésimas.
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