Madrid se viste de gala para acoger a grandes atletas a nivel mundial y nacional en el Meeting de Madrid, organizado por la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) que servirá también como cita inaugural del Nuevo Estadio de Vallehermoso, referencia del atletismo en la capital de España y que volverá a albergar una cita 12 años después con un aspecto mucho más renovado.
El Nuevo Estadio Vallehermoso se encuentra situado en el madrileño barrio de Chamberí, en la ubicación en la que se situaba el antiguo, en la calle Jesús Maestro. Se podrá acceder por cualquiera de las cuatro puertas situadas en las calles Jesús Maestro, Melquiades Álvarez, Santander y en el cruce de estas dos últimas.
Para llegar a la zona en Metro es recomendable bajarse en las estaciones de Metro de Islas Filipinas (Línea 7), Guzmán el Bueno (Líneas 6 y 7), Canal (Líneas 2 y 7) y Ríos Rosas (Línea 1). También se puede llegar en autobús con los buses de la EMT 2,3, 12, 37 y 149.
Las entradas se reparten en zonas de tribuna y grada y se pueden comprar bien por internet o en taquilla. Las entradas por internet tienen un precio de 4 euros en grada y 8 en tribuna a los que habría que sumar los gastos de gestión. En taquilla los precios serían de 5 euros en gradas y 10 euros en tribuna. Leído aquí
Un poco de historia… el tartán luce verde impoluto. Y los asientos de las gradas nunca van a estar más blancos que ahora. Después de un trajín administrativo largo y tedioso, el estadio Vallehermoso está impecable y listo para reabrir sus puertas este fin de semana con el meeting de atletismo de Madrid.
La principal novedad tras la remodelación está en la pista de calentamiento. Normalmente, esta zona está en las catacumbas de los estadios: los atletas estiran y desentumecen los músculos casi a oscuras, alejados de la luz y de los ojos de curiosos. Pero en el nuevo Vallehermoso, en el céntrico barrio de Chamberí, lo harán en una pista construida encima de una de las gradas. Y es que quizás es mejor no excavar mucho en este lugar. No vaya a ser que aparezca el cuerpo de algún muerto.
Antes que estadio, este solar fue cementerio. Y no precisamente uno pequeño. El Sacramental de San Martín, San Ildefonso y San Marcos se construyó en 1849 por obra de Wenceslao Graviña, después de que durante el reinado de José Bonaparte (1808-1813) se levantaran varios camposantos en lo que entonces eran las afueras de la capital española. El de San Martín, San Ildefonso y San Marcos estaba justo en la parcela de Vallehermoso, entre la Avenida Filipinas y las calles Jesús Maestro, Melquíades Álvarez y Vallehermoso.
“La entrada era porticada y tenía a ambos lados dos construcciones hexagonales destinadas a vivienda del guarda y capilla. Aunque oficialmente se clausuró en 1884 se siguieron efectuando enterramientos hasta 1902. Aquí fueron enterrados entre otros el pintor Eduardo Rosales y el escritor Ángel Fernández de los Ríos”, señala la escritora María Isabel Igea en su libro Guía visual del Madrid desaparecido
“En 1926 se pensó mantenerlo como un suntuoso jardín, conservando el pórtico, la capilla y la casa del guarda y derribando las galerías de nichos. El proyecto incluía la construcción de una gran plaza central, que se denominaría Jardín Elíptico, donde se colocarían estatuas de alcaldes madrileños, así como una serie de patios adornados con fuentes y hornacinas. El proyecto nunca se llevó a cabo. A pesar de llevar años cerrado, los cipreses permanecieron en pie hasta después de la guerra civil y los nichos sirvieron de refugio durante la contienda”.
Los cipreses también llamaron la atención del que fuera cronista de la Villa de Madrid Antonio Velasco Zazo: “Bellos y valiosos panteones (…) contribuían a la grandeza del pórtico y el recinto, donde imperaba el romántico cipresal”, escribió el ya fallecido escritor en Recintos sagrados de Madrid.
Aunque para las décadas de 1940 y 1950 la mayoría de los cuerpos ya se habían trasladado a otros cementerios, de cuando en cuando se encontraba algún hueso. De ahí que a ese recinto se le conociera como el “campo de las calaveras”. Y a finales de la década de 1950 arrancó el proyecto del estadio Vallehermoso: el arquitecto Manuel Herrero Palacios, durante mucho tiempo Director de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid, diseñó el estadio con vistas a albergar en 1962 los Juegos Iberoamericanos.
Inaugurado en aquel entonces, se mantuvo en pie hasta 2008 habiendo recibido grandes citas como doce campeonatos de España de atletismo y once ediciones del Meeting de Madrid, una competición internacional. Por sus calles han corrido leyendas como Edwin Moses, Carl Lewis o Steve Ovett. Y en 2005 fue escenario de un récord del mundo de salto con pértiga, los 4,95 de la zarina rusa Yelena Isinbayeva.
Poco después, en 2008, fue reducido a escombros en la época del “boom inmobiliario” de España sin que hubiera un plan claro sobre su futuro. El fracaso olímpico de Madrid y la crisis dilataron la remodelación, inicialmente planificada para el inicio de la actual década. Al final, cuatro alcaldes después, Madrid volverá a abrir las puertas de su casa del atletismo… leído aquí
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